las cuatro bicicletas de mamá flora

Cuatro bicicletas estacionadas en el territorio llamado La Gran Rosa, bajo el gobierno de Flora Verduzco, serán expuestas debajo de la ventana principal de la iglesia, en calidad de deidades, luego que el director de la Procuraduría General de lo Religioso (PGR) aceptó como válidas las pruebas preliminares de dicha consagración, las cuales se manifestaron, como es habitual, a través del humo de un cigarro.

De la misma forma Verduzco, también conocida como “la estatua”, habría exteriorizado sus pensamientos y designios al respecto.

El humo es considerado por los candorosos habitantes de La Gran Rosa “como un cable de fibra óptica a través del cual viajan datos de un lugar a otro, de la luz a nuestra realidad, pues…” aleccionaron a personal de la PGR, usualmente más ortodoxos.

Será en el lugar del hallazgo, a donde trasladaron ya su cojín de las decisiones importantes, que el propio director tome asiento en cada bicicleta y determine un posible estado de santidad mientras las pedalea. “Habrá que valorar ahí mismo otras pruebas más concluyentes para su deificación”, dijo en referencia a los sonidos que, según cuentan, las bicicletas emiten aún en reposo, pues se dice de estos “son imponentes y confusos, como provenientes de una nube muy cargada de agua y electricidad… pero aún falta oírlos de primera mano y hacer el estudio pericial. Ante todo, se apelará al buen juicio del cojín de las decisiones importantes (CDI).”

Verduzco, quien debe su mote de “la estatua” a un peculiar abrigo impermeable que viste siempre, rindió su declaración durante el viernes y la mañana del sábado, pero sólo a través del humo de un cigarro tras otro. El titular de la PGR informó que atrajo el caso tras la morosidad del Pastor del Estado, quien además odia el tabaco. Hasta ayer habían recibido más de 50 enérgicos exhortos para la deificación de las bicicletas.

Las 596 personas que habitan en el territorio gobernado por “la estatua” suelen ingerir sólo alimentos fríos entre plagas de cucarachas, chinches y gallinas e, inmediatamente después, recorrer en bicicleta el vasto territorio de La Gran Rosa; éstas, entre otras circunstancias, habrían inducido la divinización de algunos velocípedos, reportó una fuente de la PGR.